Esta semana tiene lugar en nuestro país la reunión presidencial del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC). Ante la avalancha mediática pro-APEC que no nos deja pensar ni cuestionarnos, una serie de organizaciones juveniles, sociales y populares expresamos las razones de nuestro rechazo frente a esta cumbre internacional:
El objetivo explícito de APEC es lograr el libre comercio y la apertura a las inversiones entre los países de la cuenca del Pacífico. Esta política económica tiene un nombre: neoliberalismo.
Durante casi 20 años de neoliberalismo los peruanos:
- Hemos sido condenados a exportar materias primas sin dar valor agregado a nuestra producción. Ante la inacción del Estado, nuestras pequeñas industrias no pueden exportar y son arrasadas por las mercancías de los países poderosos. Solo el 2% de las microempresas exportan, a pesar del mito de que la apertura comercial beneficia a todos. Las propias economías asiáticas protegieron su sector industrial durante años antes de lanzarse a abrir sus mercados. Nuestros gobernantes de turno, por el contrario, se desviven por firmar cuantos TLC sean posibles.
- Hemos regalado nuestros recursos naturales a inversionistas protegidos por Contratos Ley que les exoneran de una serie de impuestos, y que se llevan nuestros gas, minerales y petróleo sin pagar lo justo, que permitiría cumplir con los derechos a la salud, educación y pensiones para todas y todos.
- Hemos sido explotados por empresas que vienen a nuestro país porque la mano de obra es más barata y las regulaciones medioambientales son mínimas. Estas inversiones no respetan los derechos de los trabajadores y atentan contra la organización sindical, y al mismo tiempo dañan el entorno de las comunidades. Las protestas sociales son consideradas sólo como riesgos para la inversión; no importan las personas, sólo las ganancias de unos pocos.
- Hemos incrementado la desigualdad, pues el neoliberalismo abre oportunidades para los privilegiados y al mismo tiempo destruye las fuentes de trabajo digno para las mayorías; es decir, hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres.
Por si fuera poco, el neoliberalismo está en una grave crisis global. Ha quedado demostrado que la especulación, la no intervención del Estado, la cultura consumista y la “competencia”, no son criterios de crecimiento sostenible ni promotores de la igualdad y el bienestar social. Por eso los pueblos de Latinoamérica y de todo el mundo se movilizan y votan por el cambio, incluyendo al Perú que hace dos años votó por “el cambio responsable”, no por más neoliberalismo. De candidato “reformista”, Alan García se ha convertido en el Presidente que apuesta más ciegamente por el libre mercado con los países poderosos, dejando de lado la integración regional sudamericana.
APEC no se está reuniendo para buscar nuevas alternativas ante el fracaso del capitalismo. Se reúne para ofrecer más apertura comercial y más protección a las inversiones; es decir, más neoliberalismo como si nada hubiera pasado.
De manera específica, APEC tiene varios mecanismos que la convierten en un instrumento de liberalización aún más peligroso que otros:
- Falso voluntarismo: APEC tiene un principio llamado voluntarismo por el cual se dice que, a diferencia de otros tratados, no hay “obligaciones” y “sanciones”. Aquel principio constituye más bien una garantía de imposición, pues una potencia y sus transnacionales pueden negarse a cumplir con los criterios de “liberalización” para proteger su economía, como ya lo hace EEUU; pero si un país como el Perú quiere hacerlo, lo más probable es que se vea presionado por las economías más poderosas. Entre economías tan desiguales, una “libertad” de este tipo solo fortalece la dominación.
- Toma de decisiones no democráticas: sólo hay presencia del empresariado, no del pueblo. A diferencia de otros foros internacionales, APEC no cuenta con mecanismos de participación acordes con las decisiones que toma. Las organizaciones de la sociedad presentes son muy pocas, excepto las empresas. El ABAC es el organismo que representa al sector privado dentro de la “Cumbre de Líderes” de APEC, participa de las reuniones ministeriales y su influencia es mucho más contundente que la de algunos Estados. En cambio, de las organizaciones de la sociedad civil sólo están presentes algunos colegios profesionales en seis de los 41 capítulos. Sindicatos, organizaciones regionales, campesinas y de otros sectores que podrían verse afectados no participan, pues quieren hacer pasar como meramente “técnicas” negociaciones que afectan de manera concreta la vida y el futuro de las personas.
- Secretismo. La información más importante de APEC parece secreta. Por ejemplo, los Planes de Acción Individual, que son los informes que presentan los países ante la secretaría general de la APEC, son inaccesibles y excluyentes. En Plan peruano está sólo en inglés, a sabiendas de que en nuestro país se hablan más de 40 lenguas. Cabe mencionar que en estos Planes nuestros países “voluntariamente” informan cómo van implementando el libre mercado con todos los detalles posibles. ¿Será casualidad tanto secreto?
APEC, además, reúne a algunos de los principales violadores de derechos humanos del mundo:
- George Bush, quien encabezó la invasión de Irak causando hasta el momento alrededor de un millón de muertes, decenas de miles de lisiados y unos cuatro millones de exiliados, y quien además ha mandado secuestrar y torturar a cientos de personas en las cárceles de Abu Ghraib, Guantánamo y otras numerosas prisiones secretas. Bush representa la peor cara de Estados Unidos, potencia imperialista en decadencia, y debe ser juzgado por un tribunal internacional por crímenes contra la humanidad. No lo queremos en nuestro país.
- Hu Jintao, presidente de China, a quien los liberales hoy reciben con sonrisas olvidando sus viejas críticas a la falta de democracia en este país. Durante su Gobierno se ha desatado la represión contra los movimientos autonomistas del Tibet, muriendo cientos de personas, y se ha profundizado la persecución a las organizaciones sindicales autónomas, para que este capitalismo emergente no sea molestado por las protestas de los trabajadores explotados. Nos preocupa también la firma del Tratado de Libre Comercio con este país, cuyas malas prácticas empresariales ya conocemos de sobra en casos como San Juan de Marcona (Ica) y Río Blanco (Piura).
- Dimitri Medvedev, quien gobierna Rusia recién desde marzo, ya carga sobre su conciencia con una guerra contra Georgia y ha demostrando la renovada agresividad con que ese país busca retomar su rol de potencia imperialista.
- Felipe Calderón, Michelle Bachelet y Álvaro Uribe (éste último “invitado especial” del APEC): presidentes de México, de Chile y de Colombia que vienen promoviendo políticas de represión, militarización y acción de grupos paramilitares en las comunidades indígenas de la Selva Lacandona, Oaxaca, el territorio Mapuche y en los pueblos indígenas de Colombia. Situación ampliamente reconocida por los voluntarios de Derechos Humanos que también han sido expulsados y reprimidos en estos países.
- Alan García, presidente peruano, y Luis Giampietri, organizador del APEC, quienes aún deben rendir cuentas a la justicia por numerosas violaciones a los derechos humanos cometidas durante el primer gobierno aprista. Curiosamente, Giampietri ha escogido como sedes de la cumbre dos viejos centros de detención y tortura: el Real Felipe y el Pentagonito, escenarios perfectos para reunir a tan siniestros personajes.
Por todo ello, las organizaciones adherentes reafirmamos nuestro rechazo a este foro y a la presencia en nuestro país de aquellos visitantes. Asimismo, expresamos nuestra apuesta por alternativas económicas y sociales justas que promuevan la igualdad y el desarrollo de las mayorías. Durante la semana de realización de APEC hemos venido expresando nuestra postura mediante seminarios, intervenciones y manifestaciones, pero también mediante actividades culturales y artísticas, en el marco de una apuesta por renovar desde las organizaciones juveniles y populares la práctica política transformadora. Estas protestas y debates en torno a APEC son la continuidad de un proceso de articulación que ha tenido varios momentos importantes durante este año, en particular la Cumbre de los Pueblos en mayo; el Paro Nacional de julio; y las numerosas protestas regionales y sectoriales, con las que nos solidarizamos.
¡Cárcel para Bush! ¡Contra todo imperialismo!
¡No al APEC de los ricos, los pueblos estamos de pie!
¡Por una economía solidaria para beneficio de las mayorías, abajo el neoliberalismo!
¡Otro mundo es posible!
Asamblea de Juventudes de Izquierda, Grito de los Excluidos, Comunidad del Río Hablador, Juventud de la Coordinadora Política Social, Perú Pueblo, Juventud del Partido Nacionalista Peruano, Acción Crítica, El Colectivo, Comuna Tejiendo desde el Sur, CGTP Juventudes, Colectivo Zoom, Juventud del Partido Socialista, Revista Mariátegui, Juventud del FOCEP, Instituto Alameda, Colectivo Los Amautas, Juventud de Pueblo Unido, Altavoz, Integración Estudiantil, Movimiento 6 de Abril, Juventud del Movimiento Nueva Izquierda, Universidad Socialista del Perú José Carlos Mariátegui, Juventud del Comité Malpica, Movimiento Todas Las Voces, Juventud del Partido Comunista del Perú - Patria Roja, GEEIP, Unión Socialista Libertaria, Intervención Urbana V.E.S., Asamblea Ciudadana Cono Sur, Juventud Comunista Peruana, Coordinadora Popular Primero de Mayo, Patria Libre, Hijos del Perú